Mano de adulto cogiendo un pequeño erizo que sale de un recipiente para descubrir su talento oculto

3 de septiembre de 2019


Descubre tus talentos ocultos

¿Y si solo sé hacer las tareas específicas de mi puesto? ¿Mis amigos me sobrestiman? ¡Quizá no tengo ningún talento! Descubrir nuestros talentos ocultos puede parecer difícil. Sobre todo cuando, después de años desarrollando habilidades técnicas relacionadas con nuestro puesto o para alcanzar otro, nos hemos olvidado de lo bien que se nos daban otras cosas como cocinar, dibujar o escribir haikus.

Todos tenemos fortalezas que no cultivamos porque no las tenemos identificadas o porque hemos priorizado otras. Pero trabajar empleando nuestros mejores talentos y aquellos que más nos gustan, es lo que nos ayudará a trabajar -y vivir- con mayor motivación y satisfacción.

Entonces, ¿qué hacer para descubrir esos talentos que tenemos y no vemos? Se dice que seguir esperando a que te lleguen por ciencia infusa mientras te quejas viendo el éxito de tus influencers favoritos no da mucho resultado. Sin embargo, estos consejos y preguntas te ayudarán:

Practica la introspección:
Vivimos, sobre todo los millennials y sucesores, una realidad acelerada e hiperconectada que absorbe nuestro tiempo libre y que no nos permite disfrutar del silencio y pensar. ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste en el sofá sin mirar tu smartphone y te quedaste reflexionando de manera consciente?

Pensar, pensarnos, hacernos preguntas e incluso debatir con nosotros mismos es la forma más elemental de conocernos sin depender de la mirada o los likes de los demás. Nuestro número de followers no nos define, lo que nos gusta hacer y lo que hacemos, sí.

Un miniconsejo dentro de este consejo: trátate con honestidad, no inventes capacidades que no tienes o que no estás en disposición de adquirir. Por mucho que tu madre te aplaudiese, lo tuyo no es el bongó. Pero quizá  sí se te da bien dar consejos a tus amigos, hacer crochet o ser el capitán de tu equipo.

Sal de tu zona de confort:
Ay, con lo cómoda que es la comodidad y ahora nos marean con cambiar. No se trata de que te hagas un tatuaje en la cara como un cantante de trap si no te gusta, se trata de no estancarse; y el ser humano es experto en acomodarse incluso en lo que no le gusta, hasta en la queja constante.

¿Cómo podemos avanzar en nuestra vida personal y laboral si no ampliamos nuestros conocimientos y nuestros horizontes? Necesitas, al menos, sacar un piececito de vez en cuando. Aprender cosas nuevas, mejorar tus habilidades, darle un cambio a tu carrera laboral...No dejes que te frene el miedo, fuera de esa burbuja también hay cosas muy buenas.

Ojo, salir de la zona de confort solo tiene sentido si hay un significado. Forzarse a hacer cosas que no nos van a aportar nada, no es necesario en absoluto.

Identifica tus fortalezas y debilidades:
¿En qué somos buenos? ¿En qué somos malos? ¡Atrévete a hacer una lista! Autoevalúate y describe aquello que haces mejor y peor y no te ciñas solo al trabajo. Quizá eres un prodigio en atención al cliente y coctelería pero muy torpe con la postura del águila y la resolución de conflictos.

Lo ideal es que en tu organización, si están interesados en sacar brillo al talento de los empleados, se hagan evaluaciones frecuentes para poder detectar y gestionar las competencias de todo el equipo. Así será aún más fácil ver cuál es tu verdadero talento y reconocer la mejor forma de aplicarlo en tu entorno laboral. ¿Quieres proponérselo a tu jefe?

Escucha y pregunta a quienes te conocen:
La visión de las personas que mejor nos conocen es el complemento perfecto a nuestro autoconocimiento. ¿Nunca te has preguntado por qué todos recurren a ti para que los ayudes con la redacción de un contrato o a instalarles un dispositivo? Tu familia, amigos y compañeros de trabajo son conscientes de cuáles son tus talentos, incluso de aquellos que ni tú sabías o no valorabas. Escúchales (...sí, también cuando lo que tengan que decirte no sean halagos).

Y pregunta. Preguntar también es necesario. Lo bueno que somos liderando en las escape rooms o lo bien que escuchamos y empatizamos cuando nos hablan de mal de amores no tiene por qué ser un tema habitual ni recurrente. Así que no tengas miedo de preguntar a tus allegados cuáles creen que son tus mayores fortalezas. Recopila las respuestas y entre las más repetidas estarán tus talentos.

¿Qué es lo que más te gusta?
¿Qué es lo que no dejarías de hacer nunca? ¿Qué es lo primero que haces cuando tienes tiempo libre? ¿De qué no puedes parar de hablar? Piensa en ello, puede que sea o esté relacionado con uno de tus talentos naturales.

¿Qué sabes hacer?
Además de que te guste, tienes que saber hacerlo. Puede encantarte el twerking y no saber mover ni una rodilla. ¿Qué cosas te gustan y sabes hacer de manera genial?

El concepto del Erizo:
Isaiah Berlin, basándose en un proverbio griego, dividía al mundo entre erizos y zorros. El zorro sabe sobre muchas cosas pero también está pendiente de muchos objetivos y no unifican sus ideas. El erizo, sin embargo, simplifica los retos en ideas simples. Así que en el ensayo del politólogo, el erizo siempre vence al zorro.

Jim Collins en Good to Great nos habla sobre el Concepto del Erizo (The Hedgehog Concept), estrategia que aplican todas las grandes organizaciones y las grandes personas dentro de ellas.

A todas las compañías les gustaría ser las mejores en algo, pero pocas entienden realmente, con una visión penetrante y una claridad sin ego, en qué tienen realmente el potencial para ser las mejores y, lo que es más importante, en qué no pueden ser las mejores. Ponen foco, que precisamente es la clave que diferencia a las empresas buenas de las realmente exitosas.

Se trata de buscar las respuestas a las siguientes preguntas: ¿qué es lo que más te apasiona? ¿qué es lo que mejor sabes hacer? y ¿qué sostiene tu economía? En la unión de esas tres respuestas está aquello que te hará destacar:



Muchas personas solo buscan la respuesta a una de las preguntas, otras se conforman con encontrar dos de las tres respuestas. Pero no solo se trata de saber qué nos apasiona o en qué somos buenos, también debemos tener en cuenta qué podemos aportar a la sociedad y qué nos reportará beneficios.

Te vamos a contar un secreto: en HRider, lo que hace que a cada miembro del equipo nos encante nuestro trabajo es, entre otras cosas, que en él podemos desarrollar nuestras habilidades, sacar partido de aquello de lo que somos realmente freaks (¡tenemos un equipo muy diverso!) y ayudar a otras organizaciones a que sus colaboradores saquen partido de su talento.

No esperes más tiempo, necesitas tu talento para ser más feliz en el trabajo y, lo mejor: muchas personas necesitan de tu talento,
¡a por ello!