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22 de octubre de 2018


Jefes terroríficos (...y cómo sobrellevarlos)

Hay algunos jefes que pueden resultar aterradores sin necesidad de disfrazarse el día de Halloween. Desafortunadamente, un mal jefe suele serlo todo el año y sus colaboradores se sienten como si cada día fueran a trabajar al Pasaje del Terror.

Pero ser un mal jefe no tiene como única consecuencia que tus empleados vayan sin ganas o con miedo a trabajar, sino que además propician una importante bajada en la productividad. Los empleados con miedo son menos creativos y se distraen con mayor facilidad buscando huir de su triste realidad. Por si fuera poco, un estudio de Gallup revela que uno de cada dos empleados ha dejado su trabajo por la mala gestión de su jefe. ¡Se nos ponen los pelos de punta!

En nuestro post de hoy, especial Halloween, describimos a los peores jefes que existen relacionándolos con los villanos más famosos de la literatura y el cine. Además, te contamos cuáles son sus terroríficas características para que puedas identificarlos y algunos trucos para sobrellevarlos:

Drácula: el jefe invisible


Además de ser el protagonista del hit de los '60 de Andrés Pajares, se trata de un vampiro centenario de Transilvania que habita en un castillo en los Cárpatos. Pero bajo sus aires aristocráticos, se esconde un alma malvada. Puede transformarse en murciélago o en lobo y le encanta la sangre de sus víctimas. Sin embargo, tiene una gran debilidad, no puede exponerse a la luz del día.

Sea por la luz del sol o por incompetencia, hay pocas cosas más frustrantes que un jefe que no está presente. El liderazgo ausente es una forma muy común de liderazgo. Más allá de cómo hayan llegado a la Gerencia, lo único que hacen es disfrutar de los privilegios del rol sin participar.

Puede parecer un panorama maravilloso: poder hacer lo que quieras porque nadie te dice nada. Sin embargo, esta ambigüedad de roles hace que descienda la satisfacción laboral y el buen desempeño. ¿Cómo sabemos si estamos cumpliendo con las expectativas de nuestra organización, cuáles deberían ser nuestros próximos objetivos o si es bueno nuestro rendimiento? Todos necesitamos los comentarios de nuestro jefe para poder mejorar y ser productivos en el trabajo.

¿Qué podemos hacer? Pedir feedback. Si nuestro supervisor no nos lo da ni aunque se lo pidamos, podemos pedírselo a nuestros colegas, a nuestro equipo a cargo e incluso a los clientes o proveedores con los que trabajamos habitualmente, ¡necesitamos conocer cómo nos valoran los demás para poder progresar!

Darth Vader: el jefe controlador


 

Cuando Anakin abrazó el lado oscuro de la fuerza su personalidad cambió por completo: se convirtió es un ser manipulador y aterrador con muy poca tolerancia al fracaso y no se llevaba nada bien con los oficiales de mayor rango en el ejército imperial.

¿Tu jefe tampoco ha querido seguir los modelos de Obi Wan, Qui-Gon Jinn y Yoda? Los jefes controladores como Vader, que utilizan el miedo para conseguir sus objetivos y tratan a las personas como a peones del ajedrez, no cuentan entre sus virtudes con la escucha activa y se suelen quedar paralizados ante una situación crítica (si no han podido ya resolverla a su manera).

Comunícate con él con claridad y frecuencia. Se trata de personas muy inseguras, así que intenta no sorprenderlo con hechos inesperados para él e identifica de dónde vienen sus temores. Por ejemplo, probablemente uno de sus miedos es no ser percibido como una personas esencial en la organización. Demuéstrale que valoras sus consejos y comparte noticias o resultados con él sin que él te lo haya pedido, ¡te ganarás su confianza!

Freddy Krueger y Jason Voorhers: los intimidantes

Freddy Krueger es un sádico al que le encanta aterrorizar a sus objetivos antes de matarlos y no responde a las súplicas de misericordia. Jason Voorhes, por su parte, tiene una resistencia extraordinaria al daño y en caso de que se lesione, se regenera rápidamente. Unos verdaderos seres intimidantes.

Las personas que “lideran” a través de la intimidación, no suelen tener mucho interés en escuchar la opinión de su equipo y no quieren que se les cuestione. Pueden llegar a recurrir a los manotazos en la mesa, portazos o gritos.

No dejes que su actitud te frustre y evita lo máximo posible que vuelque su intimidación hacia ti. Para ello, trata de llevar a cabo las tareas que te marque con seguiridad en ti mismo y prepara bien todo los detalles antes de cualquier presentación que le hagas, minimizarás cualquier probabilidad de conflicto. Si aún así un día eres tú su diana, responde a su ira con preguntas. Teniendo que dar respuestas le estarás obligando a pensar en ellas y, por lo tanto, a desenfocarse de su mal humor. Con suerte, hasta a darse cuenta de su mal planteamiento.

Pennywise: el jefe narcisista

En la novela (It), se describe a sí mismo como el ser superior y a los humanos como meros juguetes. Aunque cuando es derrotado una y otra vez, se cuestiona si realmente es tan superior como cree, nunca siente que nadie pueda ser lo suficientemente fuerte. Por si fuera poco, su comida favorita son los niños temerosos.

Los jefes egocéntricos son espeluznantes. Necesitan admiración constante, hacen comparaciones entre empleados de un mismo equipo generando divisiones y son muy competitivos (no solo con sus colaboradores, también con sus pares e incluso con sus propios jefes). Además, en lugar de buscar una razón detrás del problema, se desahogan regañando a alguien.

¿Qué podemos hacer para trabajar con ellos sin desfallecer en el intento? Centrarnos en nuestros objetivos, intenta ir siempre un paso por delante de lo que nos piden o esperan de nosotros y apoyándonos en nuestra inteligencia emocional. Por mucho que nos critiquen o nos comparen, debemos autoevaluarnos para poder reconocer lo mejor de nosotros y apoyarnos en ello.

Lotso: el dictador

Aunque es un osito de peluche aparentemente adorable y con olor a fresa, a lo largo de Toy Story 3 se nos revela como un dictador, egoísta y furioso que controla a todos los juguetes de la guardería y es capaz de aprisionar a los que no le obedecen.

Muchos de los managers exitosos son contundentes e implacables. Cualidades que facilitan su éxito pero dificultan el trabajo con él o para él. Normalmente sus colaboradores se sienten inseguros porque manejan una comunicación muy directa y autoritaria. Además, como creen que tiene todas las respuestas, esperan que todo se haga a su manera.

¿Cómo lidiar con un manager que cree que es el mejor? Si vas a presentarle tus propias opiniones no lo hagas confrontándote, pregúntale primero si está abierto a una sugerencia o si podría considerar algunas opciones diferentes. Entiende que su mal carácter no se debe a ti. La mayoría de los líderes tienen un gran temor al fracaso y ese miedo lo pueden traducir en enfados irracionales.



¿Alguno de estos comportamientos te suena familiar? Quizás todos tenemos nuestros pequeños defectos que nos hacen actuar en algún momento como alguno de estos u otros personajes, seamos o no Jefes, por lo que debemos ser humildes y comprensivos, pero sin dejar de perder la seguridad en uno mismo.

En HRider sabemos que con esfuerzo y buena actitud se puede  ser un buen líder, pero para ello estos jefes necesitan querer serlo y utilizar las herramientas para darse cuenta de en qué deben mejorar: escuchar a su equipo, comunicarse, autoevaluarse y quitarse los miedos.

Los buenos líderes comparten y se enorgullecen de los logros de su equipo y se esfuerzan por dar feedback para que sus colaboradores crezcan y mejoren. Los buenos líderes generan compromiso y satisfacción laboral a través de la cultura organizacional, no de la cultura del miedo.

Para perder el miedo y amansar a las fieras nada mejor que la música. Os hemos preparado una Playlist de canciones terroríficamente buenas para que reine el buen rollo en tu oficina:

 

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