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19 de agosto de 2018


La gestión de empleados en una Startup

¿Sabes qué tienen en común todas las organizaciones del mundo, independientemente de su tamaño y del sector al que pertenezcan? Seguro que te haces una idea: que lo más importante que tienen es su equipo humano. Por este mismo motivo, construir y gestionar su plantilla es un desafío para todos los líderes, especialmente para los emprendedores de una startup.

Debemos partir de la base de que ser líder no es fácil: tienes que saber ser persuasivo sin caer en el autoritarismo y ser majo sin caer en un colegueo que desdibuje tu rol. Por si fuera poco, tus colaboradores esperan ansiosos tu orientación a la vez que desean que delegues y demuestres que confías en ellos. Todo ello teniendo en cuenta que cada persona tiene una personalidad y necesidades diferentes.
No parece sencillo, ¿verdad? Veamos entonces siete cosas que puedes hacer como líder de una startup a la hora de gestionar a tu equipo de colaboradores:

¡Bienvenido a bordo!:

La persona a la que decidas contratar es tan importante como su proceso de incorporación. El onboarding es fundamental para cualquier empleado, pero sobre todo cuando hablamos de una pequeña empresa que todavía no tiene una cultura demasiado conocida.
Después de la selección y contratación, es necesario comenzar con un proceso acogedor, atractivo y clarificador. Pon sobre la mesa cuáles son las expectativas de la organización, qué se espera de ellos y qué pueden esperar de ti y de la compañía. Trabajar en un empresa como Zappos o Warby Parker debe ser genial, pero tan genial como puede ser trabajar en tu empresa, es tan sencillo como crear la cultura organizacional correcta.

Tu objetivo principal debe ser que tu visión de tu empresa sea la misma que la de tus colaboradores. Compartir objetivos y crear estrategias para conseguirlos es vital.

Crecimiento:

Se trata de garantizar que cada empleado, a través de tu orientación y tutelaje, construya una base que ayude a cumplir las expectativas globales con el nivel deseado y a superarse a sí mismas adquiriendo nuevas responsabilidades. Se generoso con tus conocimientos y tu visión sobre el proyecto favoreciendo que tu equipo aprenda cada día algo nuevo.
Así, conforme tu organización vaya creciendo, tendrás siempre personas preparadas para formar a las nuevas incorporaciones y capaces de suceder a las que se van (¡si es que alguien se quiere ir!). Piensa que tus Becarios de hoy serán los futuros Directores de la compañía el día de mañana.

No olvides que las startups ya no practican la microgestión, al contrario, su principal valor es que se gestiona a los empleados a través de la meritocracia.

Delegar:

Parte del crecimiento de una empresa consiste en delegar. Cuantas más tareas o proyectos confiemos a nuestros colaboradores, más tiempo ganaremos para centrarnos en otras nuevas y más autoconfianza sentirá nuestro equipo.
Pero ojo, aunque delegues, debes asegurarte -sobre todo al principio- de que los colaboradores progresan en su ejecución y mostrar tu interés en ellos.

Nada mejor que definir objetivos y velar por el desarrollo profesional de manera recurrente para lograr un equipo autónomo que sepa hacia donde se dirige el barco.

Persuasión:

No estamos hablando de la última novela de Jane Austen, sino de un rasgo fundamental para emprender con éxito. Un líder tiene que transmitir a su equipo su visión y conseguir que la acepten porque la entienden y la comparten, no porque se sientan obligados. Para ello, tendrás que saber contagiar a los demás con tus ideas y argumentos.
Cuantas más sean las buenas decisiones que tomes y los éxitos que compartas, más persuasivo resultarás ser.

Empatía:

La empatía es la herramienta que nos permite comprender a nuestro equipo y que nos ayuda a mejorar la comunicación, elaborar estrategias y cultivar compromiso entre los colaboradores. Además, liderar con empatía mejorará el desempeño y la satisfacción laboral.

Respeto:

Muy ligada a la empatía encontramos el respeto. Trabajar en una startup nunca debe estar reñido con ser profesional. Y la base de cualquier relación a largo plazo es el respeto. Trata a tus empleados tan bien como lo harías con el mejor de tus clientes y esa será la cultura que estarás creando. Mantén la coherencia siempre: de nada sirven los pitch grandilocuentes si en tu día a día no sabes comunicarte de la manera adecuada con tus empleados.

Sostenibilidad:

En una startup se compite con grandes corporaciones que disponen de grandes infraestructuras, por ello es importantísimo saber liderar con los medios disponibles.¿No puedes ofrecer salarios de multinacional? Ofréceles más flexibilidad y cualquier medida que pueda beneficiar a su bienestar (autonomía, teletrabajo, feedback continuo...). Seguro que puedes encontrar numerosos motivos para que tu equipo quiera quedarse y crecer junto con el proyecto.
¡No conocemos ninguna de esas compañías-unicornio que hayan llegado donde están sin cuidar del talento y las necesidades de sus empleados!

Además de estos consejos, es muy importante que lideres con el ejemplo. ¿Eres tímido? Demuestra que todo el mundo puede superarse y ser el más social de la sala, pero olvídate de los rasgos de liderazgo estereotipados. Ese es otro rasgo en común de todas las organizaciones: todos somos diferentes. Debemos aprovechar y disfrutar de nuestras diferencias para construir un equipo innovador, diverso y, sobre todo, que confíe en nuestro liderazgo para ser la startup en la que todos quieran trabajar.

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