Habéis lanzado un proceso de evaluación para tener informes que ayuden a que el
feedback sea ágil y efectivo y, a continuación, se hacen reuniones, se crean planes de acción…todo fluye, la gente está contenta al principio pero ¿y después? ¿Has notado cómo todo ha vuelto a la normalidad y las cosas siguen como si no hubiese habido nunca un proceso de feedback cuidado y elaborado? Ay, ay, ay, justo queremos hablarte de lo que falta en tu organización:
cultura de feedback.
¿Qué es una cultura de feedback?
La cultura del feedback es la cultura que trata de dar constantemente el valor que realmente tiene el feedback en una organización, apreciando explícitamente el
aporte que genera este proceso en los resultados finales de la empresa, tanto en la calidad del
ambiente laboral como en la productividad.
Y para que se vuelva realmente una cultura, esta visión debe ser compartida por la mayor parte de los miembros de la organización. Casi como un hábito que nos sale de forma automática.
¿Por qué es importante tener una cultura de feedback?
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Permite realizar los cambios que tanto queremos ver en nuestro lugar de trabajo: Nada se siente tan bien como que te digan lo que tienes que cambiar, sin incurrir en lenguaje sesgado u ofensivo, viendo claramente en el responsable o compañero el deseo honesto de que crezcas.
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Más compenetración con la organización y mayor sentimiento de realización: Una cultura de feedback implica que te escuchen y que sientas que realmente es así al ver que eres protagonista de las decisiones que afectan a tu plan de acción y que, en general, tu opinión es muy valiosa…Créeme ¡es genial saber que lo que haces tiene trascendencia!
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Mejora la relación con los managers: Sí, porque a la hora de expresar desacuerdos con tu superior, tendrás mayor derecho a expresarte con libertad bajo el deber de mantener una comunicación asertiva y eficaz. Así se evita que se formen creencias sobre la otra persona, sustentadas en rumores y apariencias.
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Incrementa el rendimiento: Quien se conoce a sí mismo ya tiene media partida ganada. Actualizarse de forma constante sobre cómo te estás desempeñando en la empresa te permitirá saber qué cosas estás haciendo bien y cuáles mal, de forma que obtendrás información muy útil para que, muy probablemente, escales puestos en tu organización.
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Enriquece el trabajo en equipo: El feedback es un ingrediente muy importante en la receta del éxito de un proyecto, ya que crea un espacio en el que cada uno pone sus puntos de vista particulares para lograr los objetivos. Discutiendo el problema entre todos, es más probable que encontremos una solución más rápida y eficaz.
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Facilita el cambio: Porque nos permite enfocarnos en lo que efectivamente necesita ser cambiado, tanto a nivel individual como de equipo y así lograr el crecimiento de toda la organización.
Ojo. Un aviso antes de querer implementarlo, querido aventurero: el feedback no implica asentir con tu cabeza, luego disfrazarlo y seguir adelante como siempre se han hecho las cosas en tu organización. ¿Estás verdaderamente listo para hacer el cambio? Si has asentido, adelante, sigue leyendo:
¿Cómo crear una cultura de feedback?
Te contamos cómo promover una cultura del feedback en tu organización con tan solo 4 pasos:
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Crea el hábito.
En la organización debe existir el hábito de dar feedback y de dedicarle tiempo para que las personas se sientan cómodas recibiendo feedback, que sepan que es algo necesario en la organización y que tengan a mano la herramienta adecuada para hacerlo.
No se trata de hacer una evaluación al año y ya está, se trata también de contar con la información de los empleados de cómo se sienten y se desempeñan con frecuencia. El 72% piensa que su desempeño mejoraría si sus responsables les dieran más feedback (¡también negativo!).
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Usa las herramientas adecuadas.
Una herramienta que permita evaluaciones de hasta 360º te ayudará a enfocarte en los puntos de mejora y sacarle partido a las fortalezas, teniendo la visión de todas las personas y roles de tu equipo.
También te permite ver qué se está haciendo para mejorarlos a lo largo del tiempo, gracias a los planes de acción y a las evaluaciones de seguimiento.
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Informes consolidados.
Un feedback sin datos, es peor que no dar ningún feedback. Dar o recibir información sesgada, subjetiva y sin informes que lo consoliden conduce hacia malos entendidos, malos hábitos y una fatal comunicación interna. El feedback más efectivo es el que se basa en datos reales y objetivos.
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¡Nutre el feedback!
Promueve la cultura de feedback dando y pidiendo feedback y compartiendo con los demás todo lo que vas aprendiendo. El conocimiento solo es efectivo cuando se comparte y se practica.
Compartimos contigo alguno artículos para que te conviertas en la persona más experta en feedback:
Y si estás buscando una herramienta ágil y atractiva para dar el mejor feedback, puedes probar gratis Hrider con esta demo:
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