Forma en que te perciben las personas gracias a todo aquello que haces, transmites y expresas tanto en el mundo offline como en el online. Consiste en considerarse a uno mismo como una marca comercial con el objetivo de conseguir un mayor éxito profesional y poder diferenciarte del resto de personas.
 
Lo que la gente encuentra cuando busca nuestro nombre en Google y la idea con la que nos asocian forma parte de nuestra marca personal, por lo tanto, existe independientemente de que nosotros la trabajamos o no.
 
Tenemos que intentar gestionar y proyectar la imagen que más nos convenga para vendernos o vender nuestro producto. Para conseguirlo es imprescindible analizar lo que transmitimos  y el modo en que lo hacemos, con el fin de aumentar nuestro reconocimiento.
 
En el caso de las empresas la mayoría continúan trabajando en ese paradigma, de hecho las que han trabajado mejor su identidad, han conseguido ser también las preferidas de quien busca trabajo; aquellas a las que los candidatos darían un sí casi sin pensárselo, ya que igual que se sienten orgullosos de usar sus productos también lo harían caso de trabajar para alguna de ellas. 
 
Si en el futuro las marcas empiezan a visibilizar de una manera transparente aspectos ideológicos que constituyan la base de la existencia de la propia organización, el mercado laboral puede sufrir un cambio totalmente disruptivo, ya que los candidatos a trabajar en esas organizaciones no sólo basarán su decisión en el prestigio de la marca o en las condiciones laborales que les ofrecen sino también en el propósito que la mueve.
 
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Marca, Propósito y RRHH
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"Cuando escondes una parte de quien eres detrás de una máscara, escondes una parte de tu creatividad" F. Laloux.
Con este post escrito especialmente para los lectores de HRider, el especialista en comunicación y estrategia Marcos Guillén Meijide, nos inspira a reinventar lo que las empresas proyectamos hacia fuera y hacia dentro utilizando como base nuestros valores.