¡Ah, da gusto entrar en una oficina y ver cómo todos los empleados trabajan aunque no esté presente el jefe! ¡y trabajan de buen humor! ¿de verdad? ¡que sí, que sí, no están amarrados a las sillas ni nada! ¡si lo cuentas nadie se lo cree!
¿Qué les pasa a esos empleados que trabajan con gusto y aunque nadie los mire? Muy sencillo: están comprometidos con su organización, ¡es el poder del engagement! Lo que tú, como responsable de departamento necesitas, es engagement y lo que ellos, como empleados, necesitan es...¡feedback y desarrollo profesional!
¿Quieres que tus empleados también estén comprometidos? No te costará mucho esfuerzo ni dinero y obtendrás más productividad y bienestar para todos. Para conseguir el compromiso por parte de tus empleados necesitas incorporar la cultura del feedback y el reconocimiento del talento en tu organización.
Pero el feedback positivo no es dar una palmadita en la espalda de vez en cuando, ¿cómo dar un feedback realmente efectivo? Aquí te damos algunas claves:
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Evaluación del desempeño:
En las empresas, la manera formal y estructurada de dar Feedback se implementa desde un proceso denominado evaluación del desempeño. Las evaluaciones son la mejor herramienta para tomar consciencia de lo que sucede en la organización y son la mejor oportunidad para dar feedback y escuchar a los empleados. Puedes hacer tantas cuantas desees a lo largo del año, si son ágiles y sencillas nadie se cansará de hacerlas y recibir a cambio feedback productivo para mejorar su rendimiendo y sus habilidades profesionales en tiempo récord. Además, en estos procesos puedes invitar a participar a jefes, colegas, empleados a cargo, etc. , ¡cuantos más participantes más enriquecedores serán los resultados!
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Fomentar las relaciones entre colegas:
Sin intervenir directamente, promover las conversaciones entre compañeros ayuda a crear confianza. De esta manera, entre los miembros de un mismo equipo podrán abordar problemas internos y darse feedback entre ellos. Como indica Mary Shapiro, profesora del Simmons College,
"la única manera de hacer un buen trabajo es a través de buenas relaciones - cuanto mejor sea la relación, mejor será el trabajo".
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Cuidar cada proyecto:
Al finalizar un proyecto también es importante reunirse con el equipo que lo ha llevado a cabo. Programa una revisión para estudiar qué funcionó y qué no, así siempre sabréis qué hacer de manera diferente la próxima vez. Con estas reuniones podrás determinar lo que cada miembro del equipo necesita hacer para seguir creciendo.
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Ambiente participativo:
Cuando estés examinando un conflicto con un empleado intenta que forme parte de resolución de ese problema. Cuanto más participe cada miembro, mejores y más enriquecedores resultados nos dejará el feedback.
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Ser regular:
Las reuniones y evaluaciones deberían ser constantes en la organización. No tienes por qué lanzar una evaluación cada mes, pero sí debe formar parte de la cultura organizacional. Siempre será bueno habilitar un espacio para que jefe y empleado hablen sobre el desarrollo profesional, aunque sea trimestral, semestral o anualmente.
El feedback tiene el poder de cambiar la actitud de un empleado pero, ojo, antes de ponerte en marcha, asegúrate de que tu equipo entiende el feedback como una oportunidad de crecimiento y no como una auditoría, recuerda programar las evaluaciones y las reuniones con cierta antelación y mantén siempre un tono positivo. El engagement es un medio, no un fin. Es la vía para hacer a los empleados más felices y, como consecuencia, personas más productivas, innovadoras y responsables. El compromiso es una inversión con la que todos ganan.