El salario emocional es el conjunto de beneficios no monetarios que una empresa ofrece a sus trabajadores y que complementan al salario tradicional, adaptándose a las necesidades modernas. Son todos aquellos componentes que motivan y ayudan al empleado a crecer profesionalmente, pero también personalmente. El salario emocional engloba todo un conjunto de iniciativas y políticas en la gestión del talento que tienen como objetivo tener empleados más felices y motivados.
Aunque el salario sea siempre el factor más esencial, las necesidades y las preferencias de los empleados cambian. Con la aparición de la generación millennial en las empresas, estas han tenido que agregar el salario emocional a sus políticas de remuneración para atraer al talento.
Algunos ejemplos de salario emocional son la conciliación, el horario flexible, disponer de guardería, planes de formación, llevar animales al lugar de trabajo, días libres en fechas señaladas...