El techo de cristal se refiere a las barreras discriminatorias que impiden que las mujeres asciendan a posiciones de poder o responsabilidad y asciendan a puestos más altos dentro de una organización simplemente por ser mujeres (Li y Leung, 2001). Se define, también, como los obstáculos persistentes, conscientes e inconscientes, y actitudes que dificultan el acceso a puestos de alta dirección para mujeres calificadas.
El techo de cristal se refiere así a la discriminación vertical más frecuente contra las mujeres en las empresas.
El término se popularizó por primera vez en la década de los 80 para describir los desafíos que enfrentan las mujeres cuando sus carreras se estancan en roles de gerencia media, lo que les impide alcanzar roles ejecutivos o de liderazgo más altos.