El onboarding se refiere al proceso de introducción de un empleado recién contratado en una organización. Después de la selección y contratación, es necesario comenzar con un proceso acogedor, atractivo y clarificador.
Cuando una organización busca la incorporación de personas a su plantilla, debe pensar cuidadosamente en el perfil. Necesitarán personas que encajen perfectamente con la cultura de su organización y, para ello, identificar previamente los comportamientos, valores y competencias requeridos.
Una buena capacitación convertirá a la nueva incorporación en un nuevo embajador de la marca, conseguirá que los colaboradores estén en sintonía con los objetivos de la empresa y harán todo lo posible para alcanzarlos con éxito.
Los mejores procesos de incorporación tienen en cuenta los siguientes puntos:
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Establecer expectativas.
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Ofrecer a los nuevos empleados un kit de bienvenida con productos corporativos o personalizados con la marca.
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Definir los objetivos del puesto y de la organización.
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Ser transparente sobre las políticas de la empresa.
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Definir de forma clara los roles.
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Enviar una encuesta de onboarding.
Comenzar un nuevo trabajo puede ser abrumador y la incorporación es más efectiva cuando se extiende a lo largo del tiempo. Esto permite a los empleados retener mejor la información al darles tiempo para procesar todo y hacer preguntas según sea necesario.
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