Gestionar las habilidades, conocimientos, valores, motivaciones, rasgos de personalidad y aptitudes propias de cada persona que determinan y predicen el comportamiento que conduce a la consecución de los resultados u objetivos a alcanzar en la organización.
Gracias a este modelo de gestión, se puede mejorar el rendimiento diario de las organizaciones, generando grandes resultados. Es un elemento esencial que ayuda a identificar las mejores habilidades de cada colaborador para posteriormente potencializarlas en beneficio de la organización.
Como ejemplos de competencias que podemos cuantificar encontramos:
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Calidad y precisión
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Creatividad
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Liderazgo
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Atención al cliente
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Flexibilidad y adaptación
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Orientación a resultados
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Responsabilidad
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Pensamiento estratégico
Utilizar este modelo de gestión puede generar beneficios en el ambiente empresarial, es posible aumentar el compromiso de los trabajadores y mejorar los resultados.Utilizando de la forma más óptima las habilidades de cada colaborador, se logrará que se sientan más realizados, generando más satisfacción y felicidad individual.
Respecto al área de selección, también es interesante disponer de informaciones sobre las aptitudes que la empresa y el equipo de colaboradores; de esta forma será posible listar las características de los candidatos y compararlas con las características que busca la organización.