El Employee Experience engloba todo lo que las personas viven, observan o sienten a lo largo de su etapa de empleado en una organización. Es la visión o panorámica de la relación entre el colaborador y la organización: desde la entrevista previa a su incorporación, pasando por el onboarding y su desarrollo profesional hasta la finalización del contrato. E incluso más allá, si mantiene alguna relación con sus compañeros o si sigue hablando de su trabajo en posteriores entrevistas, redes sociales, etc.
Estos son los pasos que a seguir para contribuir con el mejor Employee Experience:
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Contratación & Onboarding. El onboarding debe ser estimulante para consolidar la sinergia del empleado con los valores organizacionales.
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Involucración y buen trato. Dar prioridad a las necesidades de los colaboradores ayuda a construir marca, precisamente porque ellos son el reflejo de la organización dentro y fuera de la oficina.
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Buen clima laboral. Cuanto más cómodos estén, más querrán estar en el trabajo y mejor rendimiento tendrán.
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Ambiente digital. Incorporar tecnología en la organización, independientemente del sector, tiene diferentes objetivos: agilizar las funciones diarias, aportar flexibilidad al trabajo que hace el equipo y, por supuesto, aumentar la productividad.
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Reconocimiento. El feedback constructivo que ayuda al aprendizaje genera unas dosis de compromiso prácticamente inquebrantables en el equipo.
La experiencia y satisfacción del cliente es por donde pasa el éxito de nuestro trabajo, y esa experiencia exitosa comienza y termina con el trabajo de nuestros colaboradores.