Consiste en hacer afirmaciones, no basadas en la realidad, sobre capacidades o atributos de una persona en un ambiente laboral, nublando el juicio objetivo con el subjetivismo y la generalización.

Las personas que no cuentan con datos suficientes sobre la situación, son más propensas a emitir juicios de este tipo. Este tipo de sesgos se basan en nuestras percepciones acerca de los demás. Por ejemplo, cuando una persona tiene una visión demasiado positiva de su compañero de trabajo. Esto puede afectar la objetividad de sus evaluaciones y otorgarle siempre calificaciones altas. O al contrario, evaluar de manera negativa a alguien porque no hay buena relación personal.

Tendemos a favorecer y confiar en las personas que se parecen a nosotros o con los que tenemos buena relación y esto puede influir a una persona o equipo a que tenga mejores resultados en los informes, más oportunidades de promoción y que nunca se revelen sus verdaderas oportunidades de mejora.

Para evitar el Efecto Halo, el feedback 360º facilita una evaluación de cada empleado desde múltiples fuentes: supervisores, colegas, subordinados y clientes. Las revisiones basadas en estas múltiples perspectivas contribuyen a eliminar el sesgo de la ecuación. El método de Elección Forzada también puede facilitar una evaluación objetiva.

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Cómo reconocer y evitar sesgos en la Evaluación del Desempeño Te damos las claves que pueden afectar a tu criterio racional para que puedas participar en un proceso de evaluación del desempeño sin caer en posibles sesgos cognitivos. Ayudarás a tus colaboradores a desarrollar su talento aportando una visión objetiva y constructiva.