Se trata de un documento interno que contiene toda la información acerca del comportamiento, habilidades, fortalezas y debilidades y progresos del empleado en su puesto de trabajo, tras una evaluación del desempeño.
Con toda la información que arrojan los reportes, se podrá diseñar una estrategia más completa y útil para la organización a todos los niveles. Los principales pasos a seguir son:
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Analizar los resultados: Una vez finalizada la evaluación, lo más importante es examinar los Informes Organizacionales, además de los personales de cada empleado. ¿Qué puestos tienen mejor desempeño, cuál es la puntuación media del equipo, cuáles son las fortalezas y las debilidades que más encontramos?
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Dar Feedback: es fundamental que los empleados entiendan de dónde proviene cada puntuación, cada debilidad y cada fortaleza e intentar proporcionar soluciones.
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Compartir los resultados globales: esto estimulará la reflexión y la motivación para una mejora conjunta y para poder aplicar procedimientos que otros departamentos hacen bien y que pueden ser útiles para otros.
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Dar reconocimiento profesional: Motivará a los colaboradores e inspirará un sentimiento de satisfacción y responsabilidad.
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Identificar áreas de oportunidad de mejora: Las debilidades que muestran los informes son áreas de oportunidad de mejora. Estas áreas permiten ver qué actividades podrían ser útiles para un desarrollo efectivo.