También llamado distribución del Tiempo por Temáticas o Temas. Un tema es un enfoque general que proporciona un marco para que nuestro cerebro organice tareas y prioridades.
 
Del mismo modo que se utilizan ciertos meses al año para asociarlos a temáticas como vacaciones o encuentros navideños, se puede planificar de antemano qué tipo de actividades se harán en un período: días, semanas, meses o incluso horas en las que se centrarán ciertas tareas.
 
Según esta técnica, una persona debe tener en cuenta qué necesita o qué es contraproducente para cada tipo de actividad. Los profesionales que organizan su horario por temáticas aseguran que es una manera magnífica de evitar lo superfluo.
 
Lograr hacerlo requiere disciplina y ésta es la manera de comenzar con la tematización del tiempo:
  • Bloquear tiempo: la mala gestión del tiempo siempre es un impedimento. No todas las tareas tienen el mismo peso o importancia por lo que es necesario saber priorizar.
     
  • Acabar con las actividades que no aportan: averiguar qué es lo más importante para uno mismo, para el equipo o para la organización y aprender a decir que no a otras cosas para asegurar el tiempo suficiente para todas esas tareas prioritarias.
     
  • Dedicar un día a reuniones: o centrarlas siempre en el momento del día donde tengan más sentido. 
     
  • Dedica un día sin reuniones: uno de los “asesinos” de la productividad es el afá por reunirse constantemente o los momentos en los que se pasa el tiempo conversando sin más. Es fundamental organizarse para tener días sin reuniones y espacios de tiempo en solitario.
     
  • Encontrar un Tema principal para cada día: visualizar a qué tareas se dedicará la atención y percibir el día como algo tangible. Como un conjunto de bloques de tiempo que deben llenarse.
     
  • Utilizar herramientas digitales: buscar soluciones concretas para tareas específicas. Dejar que la tecnología ahorre tiempo ante tareas burocráticas.
Steve Jobs (Apple, Pixar) fue legendario por su horario consistente en el que tenía claramente distribuido su trabajo por temáticas. Los lunes para reuniones de equipo, los miércoles para publicidad y marketing. La mayoría de las tardes las dedicaba a aspectos específicos de diseño junto a Jony Ive (responsable de la mayoría de los productos Apple que todos conocemos). 
Jack Dorsey ha confesado que no sería capaz de dirigir Twitter y Four Square sin esta técnica.
 
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