La eficiencia se trata de hacer el mejor uso posible de los recursos disponibles, sin problemas y sin desperdicio. Cuando la eficiencia de una empresa mejora, sus costos se reducen y su competitividad aumenta, siempre que el enfoque también esté en la productividad. También es uno de los principales factores a la hora de determinar la productividad.
 
La mayoría de las empresas fueron diseñadas bajo un patrón basado en la eficiencia y en modelos  predecibles que quedaron muy lejos de las necesidades actuales. Hoy en día, además de la eficiencia, las organizaciones exitosas deben ser ágiles y con una alta capacidad de adaptación. Las decisiones y las acciones deben ser rápidas y para esto es necesaria una estructura formada y capaz de detectar con antelación problemas y oportunidades de mejora.
 
 
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