La calibración en las evaluaciones -desempeño, matrices de talento...- ayuda a garantizar que los estándares utilizados para calificar estén equilibrados, creando un lenguaje común y coherente con el que comunicar los patrones.

Las personas responsables del proceso deben brindar a todos los evaluadores un marco sobre cómo calificar a sus evaluados. Tendrán que elegir una escala, explicar qué significa cada grado y distribuir la puntuación. El proceso de calibración asegurará la consistencia de las evaluaciones a los empleados.