...

30 de mayo de 2023


Cómo gestionar al elefante de la oficina: consejos para manejar situaciones difíciles

Es muy probable que te hayas encontrado con un elefante en medio de la oficina. También es muy probable que hayas visto cómo todo el mundo se comporta como si no existiera. Pero el elefante es enorme, ocupa toda la oficina y es tan ruidoso que hasta en la modalidad de teletrabajo se hace notar. Es muy difícil, si no imposible, trabajar de manera efectiva mientras siga estando presente.

Si todo esto no te suena de nada, queremos aclarar que se trata de una metáfora -an elephant in the room- para hacer referencia de un gran problema del que no se habla. Lo que no es una metáfora es que existe, es una realidad muy habitual en las organizaciones: hay ciertos problemas que se ignoran, se ocultan o se niegan, ¡beneficiando a absolutamente nadie! Un ejemplo muy común: hay aversión entre dos compañeros que afecta a su relación, al ambiente de trabajo y a la eficacia con la que se trabaja, pero nadie menciona esa hostilidad, nadie la verbaliza y, por lo tanto, no se toman decisiones al respecto. Finalmente, una de esas dos personas (¡o las dos!) abandona la empresa o la acaban despidiendo sin dar ningún tipo de explicación. ¿Te suena? Otros casos habituales: la desigualdad salarial, un líder que se está cargando la motivación de todo un equipo, la competitividad entre departamentos o entre compañeros de un mismo departamento…Estas situaciones se producen en muchas organizaciones y son difíciles de abordar porque es incómodo sacarlas a la luz, plantearlas y discutirlas, ¡pero debemos hacerlo!

 

¿Cómo saber si hay un elefante en la oficina? Síntomas:

Cuando hay un elefante en la oficina, es tan evidente que hasta una persona recién incorporada lo va a detectar rápidamente. Estos son algunos de los síntomas:

· Silencio incómodo: Si existe un problema o una situación tensa en la oficina, es posible que se perciba un silencio incómodo entre los empleados, ¡nadie quiere correr riesgos!

· Falta de comunicación: Si las personas evitan hablar sobre un tema en particular o se niegan a abordarlo abiertamente, no solo hay un elefante en la oficina, es que también tenéis un problema de cultura organizacional.

· Tensión en el ambiente: Si hay una atmósfera tensa, con miradas evasivas o expresiones de incomodidad, tienes un indicador claro de la presencia de un problema no resuelto.

· Rumores y cotilleos: Si circulan rumores o chismes en la oficina sobre un tema pero nadie está dispuesto a discutirlo abiertamente, tienes una señal de la existencia de un elefante en la oficina.

· Disminución de la productividad: Cuando un problema no resuelto afecta el ambiente laboral, es posible que la productividad se vea afectada. Pueden experimentar dificultades para concentrarse o realizar su trabajo de manera eficiente debido a la tensión emocional.

 

¿Cómo sacar al elefante de la oficina para poder continuar con el negocio? 

Claramente no evitándolo, eso seguro. Pero te vamos a dar más consejos para sacar al elefante de la oficina:

1. Reconoce e identifica el problema. El primer paso para manejar una situación difícil en el trabajo es asegurarte de que eres consciente de que hay un conflicto. No ignores los problemas o esperes a que se resuelvan por sí solos, ¡no va a suceder! Reconocer y aceptar la existencia del conflicto es el primer paso para resolverlo. El segundo,  identificar el problema y prepararse para la conversación. Tómate un tiempo para reflexionar sobre la situación e intenta comprender la raíz del problema. Solo así podrás llegar al siguiente paso e identificar los elementos clave que tendrás que evaluar.

2. Evalúa el Clima Laboral. Para poder resolver un conflicto necesitamos la visión de todas las personas de la organización. También necesitamos preguntar por el ambiente desde la confidencialidad, para asegurarnos de que pueden dar su aportación desde la sinceridad y la tranquilidad, sin la presión que se siente cuando crees que todo el mundo sabrá lo que has dicho. La clave para decirle adiós al elefante es evaluar con precisión la situación sin prejuicios ni sesgos. Evaluar el clima laboral nos ayudará a obtener muchísimos datos: cuáles son los mayores conflictos que hay en la empresa, cuáles son las fortalezas con las que contamos, cómo es la situación para cada departamento e incluso saber si hay áreas que están dando de comer al elefante. 

3. Comunica el problema. La mayoría de las veces, algo queda atascado o es indiscutible porque se cree que es una amenaza o porque se infravalora su efecto en el equipo y su trabajo. Ponerle nombre y compartirlo abre la puerta al aprendizaje común y al debate con las personas involucradas. Este paso requiere que describas tus observaciones y los resultados de la evaluación sobre lo que impide el progreso o, lo que es lo mismo, sobre lo que está generando que tengamos un elefante en medio de la oficina.

4. Mantén la calma y la profesionalidad, incluso si se vuelve muy emocional. Que sí, que sí, que ya sabemos que esto es muy obvio, pero te sorprendería la cantidad de personas que no son capaces de gestionar conflictos y conversaciones sin llevarlo al plano personal. Es importante recordar que las situaciones difíciles en el trabajo a menudo pueden tener una carga emocional. Si bien es importante reconocer los sentimientos de la otra persona, es igualmente importante mantener la calma y ser profesional. Evita ponerte a la defensiva o reaccionar emocionalmente, ya que esto puede empeorar la situación y hacer que sea más difícil de resolver. Respira hondo, enfócate en el problema en cuestión y responde con total tranquilidad, esto ayudará a calmar la situación y crear una conversación más productiva.

5. Trabajad en conjunto en una solución y haced un seguimiento de las acciones acordadas. Una vez que se haya discutido el problema y encontrado una solución, es importante seguir adelante con las acciones acordadas. Esto demuestra que existe un compromiso para resolver el problema y ayuda a generar confianza. También es importante hablar con las personas involucradas o afectadas para ver cómo se sienten y si la solución está funcionando. Si no es así, tendrás que estar abierto a revisar el problema y encontrar una nueva solución juntos. Recuerda que las situaciones difíciles en el trabajo a menudo son complejas y pueden requerir comunicación y colaboración continuas para resolverlas por completo.

Las organizaciones están formadas por personas (sorpresa), así que tenemos que tatuarnos en la cabeza que esas personas son necesarias y, otra sorpresa, son necesarias para hacer las cosas bien. Cuando te des cuenta de la presencia del elefante y de sus efectos demoledores en el bienestar del equipo, en su carrera laboral y en el propio negocio, solo hay una opción: hacer desaparecer al elefante. El truco tan old school de guardar silencio esperando a que se vaya solo (o que alguien abandone la empresa), solo va a tener un efecto:  permitir que otros definan la voz y la identidad de vuestra organización. La pasividad también da de comer al elefante.

La evaluación del clima laboral aporta una idea clara de cómo se percibe el entorno de trabajo. Descubre cómo está el clima de tu organización ya:

Plantilla Clima Laboral