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16 de septiembre de 2019


Ángel Fraga VarelaÁngel Fraga Varela
Fundador Instituto Galego do Talento & Sales Advisor

Formación continua o muerte profesional

El mundo está cambiando cada vez más rápido y deberíamos recordar las sabias palabras de Charles Darwin: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”. Estas palabras adaptadas al mundo profesional podrían quedar en algo así como: “Los profesionales que sobreviven no son los más trabajadores ni los más inteligentes, sino aquellos que se adaptan mejor al cambio”.

No nos alarmemos. Nadie se va a morir por no estudiar y adquirir habilidades nuevas. Nadie nos va a echar a los leones por no saber más idiomas, ni nos vamos a morir de hambre por no actualizarnos en las áreas en las que nos creíamos expertos. Tu salud física no se va a ver comprometida pero tu salud profesional sí podrá verse deteriorada, llegando a un extremo de coma profesional o incluso muerte prematura, al quedarte excluido del sistema por no aportar valor.

Hace décadas quien estudiaba una carrera tenía un futuro de éxito esperándole. Pasaron los años y un máster se hizo necesario para diferenciarse. Ganaron peso los idiomas con la globalización de la economía y hoy en día ya hablamos de que será esencial saber programar en casi cualquier profesión. ¿Nos hemos vuelto locos? Nada más lejos. Con el avance de la tecnología los cambios cada vez son más rápidos, y para avances rápidos se necesitan perfiles con una alta resiliencia y capacidad para aprender.

Henry Ford dijo en su día: “Solo hay una cosa más cara que formar a un trabajador y que se vaya, no formarle y que se quede”. De esta famosa cita podemos extraer dos lecciones:

  • Para el éxito de una empresa es crucial la formación de los empleados. Por ello una empresa que no te facilite la formación es una empresa abocada al fracaso o, como mínimo, al estancamiento.
     
  • Para aumentar tu poder de negociación y capacidad de elegir donde trabajar en un futuro necesitas formarte continuamente, no solamente para tener un perfil actualizado, sino para mostrar que eres lo suficientemente flexible como para adaptarte a nuevos sectores y áreas del conocimiento si es necesario.

Parece que la importancia de la formación continua y la actualización de conocimientos va calando en la población española.  Al menos así se desprende del informe ‘Formación en las Empresas’ de FUNDAE, según el cual el número de participantes formados por las empresas se incrementa en 250.003 (6,6%) y supera los cuatro millones respecto al año anterior.

Además de este aumento de la concienciación sobre la formación continua podemos observar también cambios en la distribución de la formación en relación a la modalidad en la que se imparte. Por ejemplo, las cifras de Emagister —que aloja la oferta formativa de 100.000 centros educativos— muestran que si en 2015 la formación en línea representaba un 54% de la formación ofertada en su plataforma, este año alcanza ya el 67%. Por otro lado, de acuerdo a los últimos datos facilitados por el Ministerio de Educación en el curso de 2016-2017 el sistema universitario español contó con un total de 1.564.943 alumnos de los cuales 236.689 lo hacían en la modalidad no presencial.

¿Realmente necesito seguir formándome? Tengo una carrera, dos másteres y varios cursos. ¿Para qué quiero más si soy un experto en mi área?

Vivimos en un mundo cambiante. Unos le llaman cambio de Era, otros 4ª Revolución Industrial, otros no le ponen nombre y hay quien todavía no se ha enterado. Cada vez hay más innovación y, como decía al principio, los cambios y avances cada vez se suceden con mayor velocidad y frecuencia.

Los estudiantes universitarios se gradúan con conocimientos obsoletos, lo que estudiaron hace 4 años en primero de carrera ya ha avanzado, ha cambiado. El profesional que lleva 20 años trabajando con casi total seguridad habrá cambiado su forma de trabajo completamente desde sus inicios.

En el momento en que te consideras experto en algo has dejado de serlo. Esta afirmación la escuché hace poco en una conferencia,  y lo que viene a decirnos es que tenemos que formarnos y actualizarnos continuamente.

Durante el último Foro Económico Mundial y, de acuerdo con una encuesta realizada por PwC:

  • el 63% de los CEOs españoles considera que es difícil o muy difícil encontrar perfiles expertos en digitalización.

Además, como indica también el informe Future of Job del mismo Foro Económico:

  • el 35% de las competencias clave para un puesto de trabajo cambiarán entre 2015 y 2020.

Esta velocidad de cambio y la necesidad que tienen las empresas de talento digital hace evidente la necesidad.

¿Formación continua quiere decir colección de másteres?

No, ni nada más lejos. Tendemos a asociar la formación con la idea de formación reglada. Carrera, másteres o cursos universitarios por los cuales debemos pagar una cantidad, hacer unas horas determinadas en función de los créditos y examinarnos.

Hacer un máster o un curso universitario de posgrado es formación continua, pero no es la única opción. Hoy en día tenemos numerosas fuentes de formación que se adaptan a casi cualquier necesidad de conocimiento y cualquier deseo de profundizar en un tema concreto.

Formarse es leer blogs, seguir a profesionales de un sector y leer sus artículos en LinkedIn, leer revistas especializadas o seguir un canal de Youtube sobre el tema del cual queremos adquirir conocimientos o actualizar el que ya tenemos.

¿Cómo compatibilizar la formación continua con la vida profesional?

En los últimos años hemos visto un avance de la modalidad online en diferentes tipologías de estudios, como recoge El País en su artículo "Cinco claves para estudiar un grado o un máster online y no desistir en el intento", donde se destaca el aumento año tras año de la oferta formativa online o a distancia.

Este crecimiento de la oferta de la formación online facilita a los profesionales en activo a, no solo poder ajustar el horario a sus necesidades, sino también a acceder a formación de Universidades y Escuelas de Negocio en las cuales no podrían estudiar por la distancia que les separa.

Y no solo hablamos de estudios universitarios, podemos coger el ejemplo de los idiomas. Hoy en día existen infinidad de herramientas online que te permiten formarte desde cero en cualquiera de ellos, practicar y aprender de nativos.

Infoempleo y Adecco en un estudio de más de 300.000 ofertas de empleo publicadas en España, revelan que cerca del 40% de las ofertas de empleo en la Comunidad de Madrid tiene como requisito el conocimiento de algún idioma extranjero, suponiendo este dato un incremento interanual de casi un punto con respecto al año previo. ¿Tenemos excusa para no optar a esos puestos con las herramientas que tenemos a nuestra disposición?

¿Sigues pensando que la formación continua no es para ti?

Si has leído esto probablemente estés barajando o tengas ya clara la idea de continuar formándote. Debemos ver la formación como algo bueno que nos ayuda a crecer no solo como profesionales, sino también como personas.

Hoy en día tenemos las herramientas necesarias para que la formación sea algo que complemente nuestro día a día sin suponer un sacrificio de nuestra vida personal.

 

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