¿Te dicen que eres un buen jefe pero no te invitan a las fiestas? ¿Cuando entras en una zona común de la oficina todos se callan? Seamos honestos, es más fácil conocer a alguien que no sepa quién es Daenerys que encontrar un líder perfecto.
Si quieres ser el jefe que siempre has imaginado que serías es importante mejorar tus competencias de liderazgo, porque los buenos líderes se hacen, no nacen. Así que en el post de hoy te traemos 7 consejos que te ayudarán a mejorar tus habilidades de liderazgo:
Un buen líder construye vínculos de confianza
Son muchos los beneficios que nos aporta la confianza, entre ellos: conseguir una comunicación efectiva, generar el ansiado engagement de los empleados y mejorar el desempeño laboral. Para ello, deberás ser transparente, empático y tendrás que saber trabajar en equipo. ¡Ser líder significa influir y motivar a los demás para que saquen lo mejor de sí mismos!
Un buen líder escucha activamente
Generar una comunicación efectiva incluye saber escuchar. Olvídate de los monólogos y las conversaciones unidireccionales, dale a tus empleados la oportunidad de hablar para que mejore la relación de todo el equipo y para descubrir, por ejemplo, qué herramientas necesitan para mejorar sus habilidades.
Un buen lider corta de raíz los problemas
Es vital para la salud de tu equipo -y la tuya- que sepas cómo tratar los problemas de manera inmediata. Barrer bajo la alfombra es igual de efectivo que amontonar todo en el armario cuando tu madre te pedía que ordenases tu cuarto. No cuela.
Como líder tendrás que enfrentar los problemas de frente y apagar incendios pero, ante todo, tratar de prevenir los problemas identificando los riesgos potenciales y tomando medidas preventivas.
Un buen líder delega en su equipo
Asumir infinitas responsabilidades no te va a hacer mejor jefe, sin embargo lograrás que tu equipo se sienta ineficaz. Como líder efectivo tendrás que saber confiar en tus colaboradores otorgándoles responsabilidades específicas.
No caigas en la Micro-Gestión y empodera a tu equipo. Delegar es crucial para lograr el éxito organizacional, ¡y lo sabes!
Un buen líder no predica
Eres un líder, no un gurú de edición de bolsillo. En lugar de darle al palique, fomenta los planes de acción para desarrollar a tus colaboradores cultivando su talento y conocimientos. Dales un adecuado seguimiento aportándoles la garantía de que contigo podrán crecer.
Un buen líder busca mejorar sus habilidades
Como buen líder, y como buen profesional, tendrás que estar constantemente aprendiendo y en proceso de mejora continua. Siempre hay algo en lo que puedes trabajar o una nueva competencia que te vendrá bien dominar. ¡Y no te olvides de compartir con tu equipo tus aprendizajes!
Un buen líder contagia
La pasión y la energía con la que llegas al trabajo son contagiosas, ¡compártelas con los miembros de tu equipo! ¿Se te ocurre algo más motivador que un líder entusiasta que cree en el trabajo que hace? Sí, un líder entusiasta con una pizza.
Un buen líder tiene Flow
No es necesario que te vistas como J Balvin, pero es muy bueno que tengas tu toque personal. Esto, dependiendo de tu personalidad, se puede traducir en muchas cosas diferentes. Al fin y al cabo se trata de aportar aquello que te hará único como líder, por ejemplo: motivar a tu equipo permitiendo que un día a la semana lleven a su mascota a la oficina, quizá tu sentido del humor o mostrar interés en la vida personal de tus empleados con el fin de poder conocerlos mejor y ayudarles en su trabajo...¿cuál es tu estilo? Siempre jefe, nunca injefe.
Las personas satisfechas laboralmente, las personas felices con su trabajo, son aquellas cuyos managers demuestran un liderazgo inspirador, que promueven una comunicación abierta y que siempre están ahí para ayudarlas a entender y sentir el propósito de su trabajo. Como ya te dijimos aquí, uno de cada dos empleados deja su trabajo motivado por el mal liderazgo de su Jefe.
¿Te animas a ser el líder que siempre has querido tener?
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