Caminan entre nosotros, nos piden cambio para el café, ponen los ojos en blanco cuando un compañero les pasa una tarea, pasan la mañana comprobando las notificaciones de su móvil y a veces hasta les puede caer la babilla de lo ensimismados que están pensando en la hora de irse. Sí, ¡son los trabajadores zombies!
Según un estudio reciente de Aon Hewitt, menos de la cuarta parte de los empleados del mundo están implicados en sus trabajos. Y cuando los niveles de compromiso entre los empleados son bajos, las organizaciones sufren una mayor rotación del personal, más absentismo y menor satisfacción del cliente. ¡Un verdadero desastre!
¿Qué es lo que mina la vitalidad de algunos trabajadores para que se conviertan en zombies?
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No tener formación y estancarse. El auge de la digitalización y los cambios en el modelo laboral generan cierta ansiedad, sobre todo en las generaciones pre-millennial que hasta ahora estaban acostumbradas al paradigma de un empleo prácticamente único y estable.
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Un CV obsoleto. Las habilidades y competencias que se demandan cambian costantamente y los currículums se quedan anticuados en breves períodos de tiempo. Las organizaciones más comprometidas hacen lo posible por que sus empleados se renueven en sus conocimientos pero es inevitable que sientan cierto temor cuando saben que las tareas que desempeñan caducarán tarde o temprano.
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La falta de salario emocional. Si a la inseguridad laboral le añadimos largas jornadas en la oficina, nula flexibilidad horaria y una salario mejorable, debemos compensarlo con un salario emocional alto antes de que el entusiasmo de los empleados llegue a la ultratumba. Y sí, lo repetimos una vez más: la flexibilidad es el futuro presente.
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Los jefes desconectados de las nuevas realidades/necesidades. Es decir, esas organizaciones que todavía funcionan con procedimientos arcaicos y en las que los empleados no tienen voz ni tareas en las que poder trabajar con creatividad de vez en cuando. ¡Ay, qué miedo dan!
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O, sencillamente, no les gusta su empleo. Sobre este tema hemos hablado recientemente y puedes leer sobre cómo volver a enamorarse del trabajo aquí.
Buuuuuu, ¡qué escalofríos! Trabajadores muertos por el hastío, por una mala gestión, por tareas que no dan lugar a la innovación o a la reflexión...¡qué terror! ¿Tú también temes a las oficinas-cementerio donde todos los trabajadores acaban convirtiéndose en zombies? ¿Sí? Entonces, ¿hay más pautas para revivir a esos empleados? ¡Claro que sí!
Lo cierto es que sería un gran espectáculo ver entrar a esos zombies en la oficina si apareciesen acompañados de una estela de humo con la chaqueta de Michal Jackson en Thriller o con el vestido de Morticia Addams. Pero aparecen sin más, arrastrando los pies, con una cara de apatía que casi no cabe por la puerta y encima bajan el rendimiento de la organización y pueden llegar a contagiar al resto de sus compañeros.
Vamos a presentaros más soluciones para prevenir y revivir a los Zombies de oficina, ¡muahaha!:
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Comunicación constante: Cuando tienes un equipo que se dedica en cuerpo y alma a tu organización, lo mínimo que puedes hacer por él es comunicar de manera constante la consecución de objetivos, los resultados...De esta manera, conseguirás que los empleados se den cuenta del impacto de su trabajo en la organización.
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Ofrece una carrera laboral: Sentirse estancado es tan dañino para un empleado como el ajo para un vampiro. Las organizaciones crecen y las necesidades cambian. Dales a tus empleados la oportunidad de aprender más, de asumir nuevos proyectos y de crecer en sus trabajos.
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Cultura de confianza: Cuanta más confianza haya en la organización, mayor será el compromiso. ¿Cumples con las expectativas que generas? ¿Tus acciones coinciden con tus palabras?
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Flexibilidad: como mencionábamos antes, la flexibilidad laboral es una necesidad del presente. Dale a los empleados libertad para ajustar sus horarios o su lugar de trabajo según sus necesidades. Los trabajadores con horarios y lugares flexibles son más productivos, más felices y están más comprometidos.
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Muestra aprecio y da voz: Glassdoor descubrió que el 80% de los empleados dice que se quedará en un trabajo más tiempo si recibe el reconocimiento de su jefe. Por otro lado, hazles sentir que son parte del proceso, que sus aportaciones son importantes y que tienen voz en el desempeño laboral.
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Evaluación y Autoevaluación: Los empleados no solo necesitan conocer la valoración de sus Supervisores y Colegas, necesitan preguntarse a sí mismos por sus competencias y su desempeño, ¿en qué se considera bueno? ¿en qué flojea pero le gustaría mejorar? ¿debería cambiar de tareas o de puesto? ¿sus habilidades todavía son necesarias? ¿qué objetivos podría marcarse para crear un Plan de Acción que le ayude a mejorar? ¿en qué competencias podría trabajar para aumentar su potencial?
La clave para acabar con los trabajadores zombies es convertirlos en aprendices continuos y, por supuesto, en empleados comprometidos para que, además de trabajadores, sean vivientes. No olvides que el compromiso conduce a la productividad y ésta a la prosperidad, que a su vez conduce a una organización más sana.
¡Y para re-vivir a cualquiera nada mejor que la música! Os hemos preparado una terroríficamente buena Playlist de canciones en Spotify para que celebres Halloween en tu oficina. ¡Dale al Play!
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El disfraz de jefe malo da miedo, ¡pero más miedo da si no es solo un disfraz!
Así que mejor da lo mejor de ti a tu organización y si quieres pegarle un susto a tu equipo, en lugar de aparecer con 15 hojas excel para hacer una Evaluación pesada, envía en un plis plas una Evaluación bonita, moderna y ágil a través del software de Hrider. Y si sigues empeñado en darles un susto, disfrázate de máquina del café vacía o de correo spam ;)