Seguro que, como nosotros, tienes algún ídolo (algún músico, deportista, filósofo…). Esa persona a la que le apasiona su trabajo, que desprende optimismo, que tiene unos cuantos cientos de followers más que tú en las redes sociales o que corre 20 kilómetros sin pestañear...y cuando te das cuenta, estás sosteniendo tu cabeza en la palma de tu mano y pensando qué no darías por lograr ser así.
Te sonará esa expresión de “ha nacido con estrella”. No sabemos si tú habrás nacido con ella o no, pero lo que sí sabemos es que el cuerpo humano contiene 0’2 miligramos de oro. Cada persona en el mundo está hecha, en parte, de oro. Y no es un refrán ni un dicho, es fisiológicamente cierto. Increíble, ¿verdad? Cada uno de nosotros tenemos una pequeña parte del metal dorado, quizá eso le dé sentido a lo de nacer con estrella. Así que todos hemos nacido con estrella, pero no todos sabíamos que la teníamos.
Entonces, ¿por qué el oro de mi ídolo reluce y el mío no? ¿Qué se necesita para tener éxito, para encontrar esos 0’2 miligramos que llevamos dentro y sacarles provecho? El éxito se relaciona con dejar de soñar y pasar a la acción, pero pasar a la acción requiere de habilidades.
La gente asocia sus habilidades básicas a las que desempeña en su profesión o a las que utilizó en su anterior puesto; por otro lado, una gran cantidad de personas con talento tienen que lidiar con un cambio de trabajo o de carrera, intentando que las habilidades de su profesión anterior se puedan aplicar en la actual. Pero en el entorno laboral altamente competitivo de hoy en día, todos tenemos que estar en modo de aprendizaje continuo, no podemos permitirnos el lujo de dejar de desarrollar nuevas habilidades. A la mayoría de la gente le preocupa que las competencias que tienen se vuelvan obsoletas, que sus conocimientos no se sostengan en el tiempo o incluso que puedan llegar a perder su puesto de trabajo.
¿Qué podemos hacer para brillar? Es más fácil de lo que piensas.
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Sé curioso. La curiosidad es la base necesaria para tener éxito en un mundo cambiante. Las empresas necesitan personas que exploren nuevas ideas y soluciones y que estén dispuestos a crecer.
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Comunica de forma clara. Comunicarse es como la respiración, se produce todo el tiempo, corporalmente, por escrito, verbalmente, nos comunicamos incluso de manera involuntaria, apenas sin darnos cuenta. Pero en nuestro trabajo, la estructura y la claridad de la comunicación en cualquier formato o medio, incluido el digital, son de gran valor.
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Piensa de forma creativa. En cualquier nivel de una organización la capacidad de encontrar soluciones y crear cosas nuevas es vital para que nuestro equipo sea competitivo.
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Autogestiónate. Si el éxito depende de una acción eficaz, una acción eficaz depende de la capacidad de enfocar nuestra atención donde más la necesitamos y cuando más la necesitamos. Se necesitan fuertes habilidades de organización, los hábitos de productividad eficaces, y un fuerte sentido de la disciplina para mantenerse en la pista.
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Construye redes. Networwing, networking y más networking. La redes no son sólo para encontrar puestos de trabajo o clientes. En una economía dominada por las ideas y la innovación, las redes sociales son el canal a través del cual fluyen las ideas y en el que se crean nuevas ideas. Tener oro está bien, pero compartilo y que los demás compartan el suyo contigo es aún mejor.
Todos tenemos algo especial, solo tenemos que buscar dentro de nosotros, pedir feedback a los demás para que nos ayuden a ver nuestras fortalezas, superarnos con la ilusión del primer día. Reinvéntate, párate un momento y piensa en las competencias que son cruciales para sobresalir en tu sector actual. Aprovecha tus habilidades, reutilízalas y haz sitio a las nuevas, cuando las haya encajado de la manera correcta, ¡seguro que puedes poner en marcha una carrera brillante que te lleve a conseguir el oro!
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¡En Hrider ayudamos a organizaciones en más de 10 países a hacer brillar a sus empleados!
