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23 de febrero de 2016


Rocío ValenzuelaRocío Valenzuela
Product Manager de Hrider

El arma secreta de la competitividad se llama Employer Branding

No es nuevo, muchos sabían de su existencia pero con otros nombres, no acabamos de inventarlo ahora, pero, de algún modo, hasta ahora no se le había prestado la atención merecida: es el nuevo concepto de moda en la gestión de recursos humanos. Demos la bienvenida al Employer Branding!

Tal vez la recesión económica ha retrasado unos años lo que ya parecía inevitable años antes: en el mundo global la necesidad de las empresas de crecer sólo iba a ser saciada si éstas conseguían atraer y retener a las personas con las competencias adecuadas. Ahora lo que llamamos “guerra por el talento” no es sólo una preocupación para los pobres Técnicos de Selección que a duras penas consiguen encontrar los profesionales demandados, sino que los máximos Directivos de las Compañías están empezando a implementar iniciativas que conviertan a sus empresas en organizaciones capaces de seducir a los mejores profesionales. Cada empresa tendrá que construir para ello sus propias armas, puesto que la fórmula única no existe.

Una cosa está clara: el tiempo de las bonitas declaraciones de intenciones en las que RRHH se esforzaba por asociar la imagen de la empresa con amables Valores corporativos ya está caducando. Los empleados tienen que sentir que invertimos en ellos y esto sólo se consigue si las políticas de desarrollo se traducen en iniciativas reales.

El sello único que toda empresa desea tener es aquel que consiga que los empleados estén contentos  en su trabajo desde el primer día, que estén comprometidos con sus tareas y con su equipo y que se identifiquen con el objetivo de la compañía. En resumen: que borren sin leer los e-mails de otras ofertas de trabajo que reciban!

Desde el momento en que una persona se postula como candidato en nuestro proceso de selección debemos plantearnos: ¿qué podemos hacer diferente a la competencia para que elija quedarse con nosotros? ¿Y si le dejásemos  plasmar su opinión sobre cómo se ve de preparado para el puesto? ¿Y si tras el proceso le pidiéramos feedback de su participación y de cómo podemos mejorar?...Desde luego que la imagen que proyecte sobre nosotros como empleadores será positiva, acabe o no incorporándose finalmente.

Pero cuando contratamos a un nuevo miembro al equipo podemos hacer mucho más de lo que hacemos para fortalecer su vínculo con nosotros. No basta con entregarle el Manual de Bienvenida (al que también le va tocando una renovación...) sino que podemos hacerle sentir partícipe desde la primera semana de trabajo: ¿Qué tal si le enviamos un cuestionario para que nos enriquezca con sus nuevas ideas antes de que se adapte a lo que hacemos siempre igual? ¿Y si implantamos un sistema de feedback 360º en el que de manera continuada podamos guiarle en su desarrollo profesional y le demos voz aunque haya sido el último en llegar?

Por supuesto, a los colaboradores que llevan años trabajando con nosotros, la única manera de fidelizarlos y de renovar su pasión por lo que hacen es con acciones específicas, los discursos sobre motivación han pasado a la historia. Los empleados quieren más flexibilidad en su dedicación, que se les gestione con mayor transparencia, que se valoren sus aportaciones, que no tengan que emplear más tiempo haciendo tareas manuales de lo que las tecnologías permiten hoy día (ya todo el mundo sabe lo que es la Digitalización y nadie va a renunciar a ello).

Los nuevos profesionales necesitan nuevos entornos donde los valores también son nuevos. Hay factores que generan más compromiso que los salariales. El aburrimiento o un trabajo bajo presión en el que quien lo hace no se sienta partícipe serán los signos de la enfermedad en la organización. Vuelven los entornos vitalistas donde los empleados sean productivos porque están felices de hacer lo que hacen, porque pueden ser ellos mismos y aportar lo mejor que saben hacer, porque cuentan con herramientas modernas que faciliten sus tareas y porque sus Jefes les permiten expresarse y les ayudan a no estancarse profesionalmente.

El Employer Branding es un folio en blanco que va a permitir a las empresas innovar en todos sus procesos internos y que tiene como centro de las decisiones el bienestar de los empleados. No dejes que a tu gente le de igual estar en tu empresa que en cualquier otro lado!